Personas que inspiran: Ana Rodríguez Palomero, Head de Customer 360

Hola,

Siempre he admirado a las personas que desde pequeñitas tienen una vocación clara y saben exactamente qué quieren ser de mayores. Ese no ha sido mi caso. Me llevó tiempo decidir qué estudiar, y finalmente me decanté por Administración y Dirección de Empresas en la Universidad de Oviedo, pero cuando me gradué, la crisis del 2008 dificultaba encontrar oportunidades laborales. Entonces decidí dar un giro y seguir otra de mis pasiones: la tecnología. Me matriculé en la carrera de Ingeniería Electrónica en Gijón, aunque en aquel momento no veía una conexión clara entre los negocios y la tecnología. Más adelante, mi camino me llevó al Máster de Robótica y Automática en Madrid, donde tuve mi primer contacto con la inteligencia artificial, que ya empezaba a revolucionarlo todo.

Desde entonces, mi carrera ha estado muy ligada a la consultoría tecnológica. Comencé en Neoris como analista funcional y desarrolladora, y luego pasé a hacer labores de consultoría en Deloitte, donde realmente encontré mi sitio: entender las necesidades de los clientes y transformar la tecnología en soluciones reales, útiles y eficientes. Me motiva esa mezcla entre lo técnico y lo humano, el reto de hacer que herramientas complejas sean fáciles de usar y generen impacto. Pero si hay algo que realmente ha marcado mi camino, ha sido la gente con la que he trabajado. He tenido la suerte de formar parte de equipos excepcionales, de los que he aprendido no solo conocimientos técnicos, sino también la importancia de la colaboración, la visión estratégica y la capacidad de afrontar cualquier desafío juntos. Porque la tecnología no es solo código o infraestructura; es el talento y el trabajo en equipo lo que la convierte en una herramienta poderosa para transformar negocios y mejorar el día a día de las personas.

Pero la tierrina siempre tira, y justo antes de que llegara la pandemia, decidí volver a Asturias. Empecé a teletrabajar cuando aún era algo poco común, sin saber que pronto se convertiría en la nueva forma de trabajar para muchos. Unos años después, llegué a Boolea (en aquel momento Clarcat) como jefa de proyectos en el área de Salesforce. Este es un mundo enorme, con algo nuevo que aprender cada día, así que al principio fue un gran reto (y lo sigue siendo, para qué engañarnos). Con el tiempo, el equipo creció, la empresa evolucionó, y hoy en día soy la responsable del departamento de Customer 360. Uno de los aspectos que más disfruto es ver cómo el equipo avanza, cómo las personas crecen profesionalmente y cómo juntos sacamos adelante proyectos que marcan la diferencia.

Ser mujer en el sector tecnológico tiene sus desafíos. A lo largo de mi carrera, he encontrado compañeros y jefes excepcionales, pero también he vivido momentos difíciles con clientes donde aún persisten ciertos prejuicios. Durante la carrera, éramos muy pocas mujeres, y en el mundo laboral, los equipos siguen siendo mayoritariamente masculinos y, a menudo, en reuniones o en proyectos, he sido la única mujer en la sala. Como mujeres, a veces sentimos que tenemos que demostrar el doble para que nos tomen en serio, pero al final, lo que realmente importa es el trabajo bien hecho. Los resultados hablan por sí mismos, más allá de cualquier prejuicio. No se trata de demostrar ser más que nadie, sino de demostrarte a ti misma que mereces estar donde estás.

Si pudiera dar un consejo a otras mujeres que quieran entrar en este sector, sería: no os sintáis pequeñas, porque no lo sois. Es fácil caer en el síndrome del impostor, pensar que no estamos lo suficientemente preparadas o que no encajamos en un mundo tan técnico, pero si eres buena en lo que haces, tu trabajo lo demostrará. Apostad por lo que os gusta, sin miedo, con confianza. Este mundo necesita más mujeres en tecnología, más referentes, más talento sin etiquetas. El esfuerzo y el buen hacer siempre tienen recompensa.

Ana Rodríguez Palomero
Head of Customer 360